LA INVESTIGACIÓN: UN EJERCICIO DE VALENTÍA POR EL DESEO DE SABER


AMELIA HAYDÉE IMBRIANO 
 

Es para mí un honor escribir este editorial como apertura a un nuevo número de la Revista Borromeo, aportando algunas consideraciones sobre la cuestión de la investigación.

Agradezco a los maestrandos en psicoanálisis, pues el trabajo con ellos me ha dejado mucha enseñanza pues la investigación de cada uno es una excelente oportunidad para reflexionar respecto de lo que implica un trabajo de investigación, en su particularidad y originalidad.

En principio siempre se trata de interrogar la complejidad de las propuestas epistémicas, reconociendo a la duda, que es hija de la epistemología, de todo lo que se sabe, de todo lo que es nuevo - llamado "producción del conocimiento"- y también de todo lo que hace sentido a la creación.

Partiremos de una posición compartida: no ser complacientes con la falsa interdisciplinariedad y la dictadura del conocimiento sin reflexión.

A todos los investigadores les deseo el coraje de atravesar la dificultad del intento que consiste en interpretar, en realizar una lectura de un cierto real, "el sujeto y sus vicisitudes", y la consideración al respecto del Psicoanálisis y de la Psicología Social, no olvidándonos que siempre se trata de la relación del sujeto y con la cultura, es decir, del sujeto y el lenguaje.

La intención es sostener una modalidad "foucaultiana" que cada uno verá el modo de hacer propia, de tal manera que, por un lado, no escatimarán esfuerzos en producir efectos de verdad, y por el otro, dejarán abierto el espacio para que ellos puedan convertirse en instrumentos para otros investigadores, dentro de las luchas posibles que la propia investigación implica.

Investigar siempre implica descifrar un estado de la realidad de modo tal que de él surjan las líneas de fuerza y fragilidad, los caminos trazados y los atajos. ¡Es una de sus virtudes!

En su trayecto, el efecto de verdad está en mostrar que lo real es polémico, que puede advenir en formas por inventar y organizaciones por definir.

"Leer un real" implica leer la historia, trazar interpretaciones en las realidades, caminos posibles que puedan convertirse por medio de transformaciones indispensables en mojones orientadores de rutas por seguir, verificándolos o no, pero siempre abriendo a una heterogeneidad. Eso es el empuje del investigador.

¡Levantarán su voz! Es necesario que las voces de una cantidad de investigadores resuenen respecto de que la experiencia es innumerable.

El trabajo investigativo no se puede prestar a ninguna hipertrofia de ideología alguna -ni monástica ni revolucionaria-. Solo requiere que se luche con valentía por el deseo de saber.

Los planteos que se presentan se fundamentan en hechos concretos -la clínica del sujeto y la clínica de la cultura-, en diálogo necesario para todo tratamiento del sujeto. Un investigador no puede considerar tales hechos como desapercibidos y mucho menos como desconocidos, ni tampoco convertirlos en imposibles. Cada uno pondrá su energía en intentar que lo imposible se pueda llevar a cabo. Razón suficiente para la paciencia que implica el recorrido realizado en una investigación.

El motivo principal siempre es la reivindicación del sujeto en relación a la sociedad y la cultura de su época, permitiéndose un replanteamiento de la misma.​ 

  

Dra. Amelia Haydée Imbriano
Decana de la Facultad de Ciencias Psicológicas
Buenos Aires, 18 de Octubre de 2017